miércoles, agosto 28

LA CORRECCIÓN DE LOS ERRORES


Mateo siempre había tenido problemas con los asuntos de la corrección de los demás. Creía que, cuando veía a alguien equivocado, era su deber clarificarle su error. Mateo creía que así le ayudaba. Era la visión que había ido adquiriendo. Sin embargo, muchas personas a las que se había dirigido habían reaccionado mal. 

Había algo en la corrección que no llegaba a entender. Sabía que al corregir lo hacía desde un nivel en el que él mismo se declaraba acertado. La corrección suponía entonces dos juicios. Uno era el error del otro, según su entendimiento. Otro era su certeza de que tenía razón, según su entendimiento. 

Se prestaba a leer cuidadosamente lo que el siguiente párrafo proponía: “Para el ego, lo caritativo, lo correcto y lo apropiado es señalarles a otros sus errores y tratar de ‘corregirlos’. Esto tiene perfecto sentido para él porque no tiene idea de lo que son los errores ni de lo que es la corrección”. 

“Los errores pertenecen al ámbito del ego, y la corrección de los mismos estriba en el rechazo del ego. Cuando corriges a un hermano le estás diciendo que está equivocado. Puede que en ese momento lo que esté diciendo no tenga sentido, y es indudable que si está hablando desde su ego no lo tiene”. 

“Tu tarea, sin embargo, sigue siendo decirle que tiene razón. No tienes que decírselo verbalmente si está diciendo tonterías. Necesita corrección en otro nivel porque su error se encuentra en otro nivel. Sigue teniendo razón porque es un Hijo de Dios. Su ego, por otra parte, está siempre equivocado. No importa lo que diga o lo que haga”. 

Mateo se había quedado pensativo. Era un contrasentido. “Los errores pertenecen al ámbito del ego, y la corrección de los mismos estriba en el rechazo del ego”. La conclusión era fácil. El ego no podía corregir porque se autodestruía a él mismo. 

Ahora entendía las malas experiencias cuando trataba de corregir a los demás. Desde el ego no se podía hacer nada porque la solución estaba en el rechazo del pensamiento del ego.

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