viernes, mayo 31

LA ENFERMEDAD Y EL EGO


Esteban no había asociado, a lo largo de su vida, la idea o concepto del ego con la enfermedad. Sin embargo, recordaba la primera vez que fue a visitar al médico sin la ayuda de su madre. Tenía problemas digestivos. Se lo comunicó al doctor. Entre todas las preguntas de su médico, hubo una que le sorprendió. 

¿Has tenido algún disgusto en estos días previos? Esteban reflexionó y recordó el enfado monumental que había cogido a causa de la actitud de uno de sus compañeros. Esta relación entre alteración de la paz emocional y enfermedad nunca la pudo olvidar. 

El ego había atacado con fuerza la contrariedad de Esteban y esa fuerza negativa había perturbado su función digestiva. En el ambiente de su casa, había, de vez en cuando, algunos enfrentamientos que le causaban mucha tristeza. En su juventud padeció de varios catarros y contrajo hepatitis B. 

Este cuadro cambió totalmente con su casamiento. Durante unos cuarenta años no tuvo ninguna contrariedad con su cuerpo debido a las enfermedades. El ambiente en casa y con sus hijas era realmente una delicia. 

“Es difícil percibir que la enfermedad es un testigo falso, ya que no te das cuenta de que está en total desacuerdo con lo que quieres. Este testigo, por consiguiente, parece ser inocente y digno de confianza debido a que no lo has sometido a un riguroso interrogatorio”. 

“De haberlo hecho, no considerarías a la enfermedad un testigo tan vital en favor de la postura del ego. Una afirmación más honesta sería que los que quieren al ego están predispuestos a defenderlo”. 

“Por lo tanto, se debe desconfiar desde un principio de los testigos que el ego elige. El ego no elige testigos que disientan de su causa, de la misma manera en que el Espíritu Santo tampoco lo hace”. 

“He dicho que juzgar es la función del Espíritu Santo, para la cual Él está perfectamente capacitado. Mas cuando el ego actúa como juez, hace todo menos juzgar imparcialmente. Cuando el ego convoca un testigo, lo ha convertido anteriormente en un aliado”. 

El ego juzga a la enfermedad como un ataque de fuera de sí mismo. No acepta que es él mismo el que, con su reacción, ataca al propio cuerpo. Esteban aprendió esta lección. Los otros podían decir lo que les viniera en gana, la reacción siempre era nuestra. La reacción la dirigía el ego. 

El ego te sugería al oído que no aceptaras ninguna imposición de nadie. Te subrayaba que eras libre. Te decía que tu reacción era correcta y se debía apoyar. Pero, cuando le decías que esa propuesta del ego te hacía daño a ti mismo, en tu propio cuerpo, el ego se encogía y no sabía qué contestar. 

En cambio, la paz, la comprensión, la idea de que el que atacaba le pasaba algo, evitaba todo daño a nuestro cuerpo y dejaba que todas las funciones orgánicas siguieran su curso y no las interrumpía. Todo ello se traducía en salud.

jueves, mayo 30

EL FIN DE LA MENTE ES EXTENDER SUS PLANTEAMIENTOS


Santiago tenía claro en su mente y en sus lecturas que el fin del cuerpo era solo servir de comunicación de la mente con otras personas. El cuerpo no tenía ningún fin en sí mismo. Tenía sus límites y su final establecido. Al compararlo con un árbol, se veía la diferencia. 

El árbol no podía desplazarse, no podía comunicarse con otros. La comunicación la realizaba la mente. La mente se desplazaba con la ayuda del cuerpo. El cuerpo no podía extenderse. La mente podía compartir los valores conjuntos de la humanidad. 

Aceptaba que muchas personas identificaban la mente con el cuerpo. Como todo animal el cuerpo del infante se desarrollaba y crecía. En cambio, la mente debía ser cultivada, asesorada, aconsejada y orientada por la libertad de la persona. La gran diferencia de la mente con el cuerpo daba lugar a personas de corte humanístico muy distintas. 

“El cuerpo existe en un mundo que parece tener dos voces que luchan por su posesión. En esta percibida constelación se considera al cuerpo como capaz de alternar su lealtad de una a otra, haciendo que los conceptos de salud y enfermedad tengan sentido”. 

“El ego, como de costumbre, da lugar a una confusión fundamental entre los medios y el fin. Al considerar al cuerpo como un fin, el cuerpo no tiene realmente utilidad para el ego, puesto que el cuerpo no es un fin”. 

“Debes haber notado una descollante característica en todo fin que el ego haya aceptado como propio: cuando lo alcanzas te deja insatisfecho. Por eso el ego se ve forzado a cambiar incesantemente de un objetivo a otro para que sigas abrigando la esperanza de que todavía te puede ofrecer algo”. 

Santiago asentía con los movimientos de su cabeza esa característica del ego: cuando lo alcanzas te deja insatisfecho. Todos los logros que llevaban el sello del ego lo dejaron vacío en muchas ocasiones. Alcanzó la dirección de una institución educativa esperando que ese fin lo llenara con plenitud. 

Lo único que descubrió como maravilloso no era el fin del ego. No era el más importante de la institución, aunque muchos se esforzaran en recordárselo a menudo. Lo que realmente le llenó fue ponerse al servicio de todos para mejorar las condiciones de sus compañeros. Y esa actitud de servicio no provenía del ego.

miércoles, mayo 29

LO IRREAL NO NOS HACE FELICES


Pablo había aprendido a aceptar lo real y dejar de lado lo irreal. En ocasiones tenía pensamientos de corte estupendo, pero eran irreales. Le gustaría que las personas fueran distintas, los hechos cambiaran y no fueran, en momentos, tan crueles y que una paz reinara en todos los corazones. 

Se olvidaba de la gran conquista del ser humano de la libertad. Poder decidir libremente era la gran adquisición del ser humano. Nadie que no tuviera ese derecho podía sentirse libre, completo, pleno, ni auténtico. Muchos, por defender esa libertad humana, habían dado sus vidas. 

Una irrealidad donde la libertad se pusiera en entredicho era toda una locura. El ser humano era una fuerza que aparentaba ser tranquila, serena, comprensiva y ayudadora. Sin embargo, al quitarle la libertad lo volvía fiero, tenaz, agresivo, luchador y emprendedor. 

“No te permitas sufrir por causa de las consecuencias imaginarias de lo que no es real. Libera tu mente de la creencia de que eso es posible. En su total imposibilidad radica tu única esperanza de liberación”. 

“¿Y qué otra esperanza podrías albergar? La única manera de liberarse de las ilusiones es dejando de creer en ellas. El ataque no existe; lo único que existe es comunicación ilimitada y, por lo tanto, poder y plenitud ilimitados”. 

“El poder de la plenitud es la extensión. No dejes que tus pensamientos se detengan en este mundo, y tu mente se volverá receptiva a la creación en Dios”. 

Pablo admitía que el cuerpo podía desplazarse en muchas direcciones y a distancias increíbles. Toda esa potencialidad era dirigida por la mente. El cuerpo era libre para desplazarse. El pensamiento era libre para decidir sus creencias. Y, en esa libertad, radicaba lo más maravilloso del ser humano.

martes, mayo 28

LIMITADOS EN CUERPO, ILIMITADOS EN MENTE


Juan, en muchas ocasiones, había tratado de llegar al fondo de las personas a través de la apariencia de su presencia física. No se daba cuenta de que lo único que hacía con el físico era una comparación implícita con la apariencia de personas conocidas. 

En una época de su vida, en el grupo donde estaba, tuvo contacto con un joven que tenía una cara de pillo tremendo. El mismo joven lo manifestaba. Había pagado en varias ocasiones los platos rotos de algún desaguisado precisamente por su apariencia. Las personas sentían que jugaba con ellas. 

Era la misma situación que vivieron en el grupo con aquella apariencia que tenía. Creían que era una persona muy lista que sabía manipular las circunstancias. Allí, Juan descubrió la enorme importancia que le dábamos a la apariencia física. 

“Tú no estás limitado por cuerpo, y el pensamiento no puede hacerse carne. La mente, no obstante, puede manifestarse a través del cuerpo si va más allá de él y no lo interpreta como una limitación”. 

“Siempre que ves a alguien limitado a un cuerpo o por un cuerpo, estás imponiéndote a ti mismo ese mismo límite. ¿Estás dispuesto a aceptar eso, cuando el único propósito de tu aprendizaje debería ser escaparte de toda limitación?” 

“Todo aquel que concibe el cuerpo como un medio de ataque y cree que de ello puede derivar dicha, demuestra inequívocamente que es un mal estudiante”. 

“Ha aceptado un objetivo de aprendizaje que contradice claramente el propósito unificado del plan de estudios y que le impide aceptar como propio el propósito de este”. 

Juan abría los ojos con mucha claridad. Veía la diferencia entre los cuerpos y la mente. Las características físicas podían variar de una persona a otra. Las cualidades del amor eran válidas para las dos mentes. El respeto a la posición del otro los unía. 

En cambio, podían calzar distinto número de zapato, distinta talla de cuerpo, una configuración distinta de su cara. Las diferencias en el nivel físico de las personas eran nimias e irrelevantes. Una mano amiga, una conversación comprensiva y una amistad correspondida no tenía en cuenta, para nada, la parte física de los cuerpos.

lunes, mayo 27

INTERACTUAR ES DICHA


Lucas había leído muchos artículos sobre la depresión. Había asistido a reuniones sobre ese síntoma que quitaba la fuerza a las personas. Era una pérdida de la alegría, de la paz, del entusiasmo, y se entraba en la caverna oscura del pesimismo. 

De todos los artículos leídos no había podido sacar ninguna conclusión. La depresión se presentaba en formatos que muchos no podían comprender. Recordaba el testimonio de una de las personas en una reunión. Su problema empezó cuando, al regresar de vacaciones, entró en su piso y no estaba pintado tal como había acordado antes de partir. 

La mente, para evitarse problemas con la pintura, había decidido que se hiciera en su ausencia. Eso parecía que le quitaba un peso de encima muy fuerte. Ese peso se multiplicó por muchos enteros cuando descubrió que aquello que creía que estaba resuelto, estaba todo por hacer. La mente tenía sus caminos. 

“Lo opuesto a la dicha es la depresión. Cuando lo que aprendes fomenta la depresión en lugar de la dicha, es que no estás escuchando al Maestro jubiloso de Dios ni aprendiendo Sus lecciones”. 

“Ver un cuerpo de cualquier otra forma que no sea como un medio de comunicación es limitar a tu mente y hacerte daño a ti mismo. La salud, por lo tanto, no es otra cosa que un propósito unificado”. 

“Si se pone al cuerpo en armonía con el propósito de la mente, este se vuelve íntegro porque la mente sólo tiene un propósito. El ataque tan sólo puede ser un propósito que el cuerpo ha asumido, ya que separado de la mente, el cuerpo no tiene ningún propósito”. 

Los buenos pensamientos pasaban al cuerpo. Los pensamientos negativos pasaban al cuerpo. Las emociones extremas pasaban al cuerpo. La serenidad y la paz pasaban al cuerpo. Esa era la integridad que Lucas veía en toda su experiencia. No se podía separar el cuerpo de la mente. 

Por ello, una mente maravillosa con miles de alternativas para aplicar en cada momento le daba la oportunidad al cuerpo de no quedarse reducido a una situación de esclavitud, de ataque, de discordia, y de enfrentamiento.

domingo, mayo 26

COMUNICAR ES UNIR



Marcos se alegraba de que todos los medios utilizados en la unión de todas las personas era una forma de reconocer la igualdad de las personas por nacer de la misma manera y vivir con los mismos tipos de angustias y alegrías en nuestras vidas. 

Las ideas de solidaridad, comprensión, ayuda mutua, nacían de un corazón común en todos los seres vivientes. Algunas veces las clases altas habían deslizado, en su forma de pensar, de que no todas las personas éramos iguales en nuestro destino, ni en nuestro actuar diario. 

Marcos sentía en su interior la fuerza maravillosa que emergía de esas ideas de unión y de esas experiencias donde las manos se unían en su apoyo mutuo. La fuerza del amor era una verdad para todos y no estaba limitada para ningún segmento de la sociedad. 

“Comunicar es unir y atacar es separar. ¿Cómo ibas a poder hacer ambas cosas simultáneamente utilizando el mismo medio y no sufrir por ello? La percepción del cuerpo solo se puede unificar cuando se ha aceptado un solo propósito”. 

“Esto libera a la mente de la tentación de ver al cuerpo bajo distintas luces, y puede entonces entregárselo por completo a la única Luz en la que puede ser realmente entendido”. 

“Confundir un recurso de aprendizaje con un objetivo del plan de estudios es una confusión básica que impide el entendimiento de ambos. El aprendizaje debe conducir más allá del cuerpo, al restablecimiento del poder de la mente en él”. 

“Esto sólo se puede lograr si la mente se extiende hasta otras mentes, y no interrumpe su extensión. Esta interrupción es la causa de todas las enfermedades porque la única función de la mente es extender”. 

Marcos veía en ese proceso de extensión de la mente la fuente de la vida en toda su explosión. Detener esa extensión no era más que una reducción de la vida a niveles de inutilidad total. 

La función de la mente era extenderse y en ese proceso lograba la unión de todo ser viviente donde la mente vibraba en su interior. Todas las mentes de cada una de las personas se unificarían en la sola mente maravillosa del Creador.

viernes, mayo 24

LA CURACIÓN ES LA MENTE ILIMITADA


Mateo pensaba en todos los procedimientos que se habían articulado para reducir a la mente a funciones puramente físicas. El pensamiento era un desafío continuo y constante. La propia consciencia que podía tener el pensamiento de sí mismo escapaba a todas las leyes físicas que se pudieran arbitrar. 

La función de la confianza desafiaba muchos presupuestos físicos. Esa confianza podía superar barreras jamás inimaginables para muchos de nosotros. Eso destacaba esa visión amplia de la mente que no era posible reducir a una serie de parámetros físicos. 

Una mente llena de amor utilizaba sus capacidades de una manera armoniosa donde todo se multiplicaba en posibilidades infinitas. Una mente llena de envidia reducía sus posibilidades por el mero hecho de creerse que era menos que los demás y no podía, por ende, tener esas habilidades y objetos que otros tenían. 

“La curación es el resultado de usar el cuerpo exclusivamente para los fines de la comunicación. Puesto que eso es lo natural, sana al restaurar el concepto de ‘lo uno’ (frente al concepto de lo complejo dividido) lo cual es también natural”. 

“Toda mente es íntegra, y la creencia de que parte de la mente es física, o no mental, es una interpretación fragmentada o enfermiza. Es imposible convertir a la mente en algo físico, pero es posible hacer que se manifieste a través de lo físico para ir más allá de sí misma”. 

“Al hacer esto, la mente se extiende. No se detiene en el cuerpo, porque si lo hace, su propósito queda obstruido. Una mente que ha sido obstruida se ha permitido a sí misma ser vulnerable porque se ha vuelto contra sí misma”. 

Mateo siempre se había identificado con la mente ilimitada. Una mente que le había permitido tener buenas y maravillosas conversaciones con la mente universal. Una mente que descubría que, en casi todas las personas que conocía, se daban los mismos parámetros que se daban en su vida. 

Las esencias eran las mismas. Tratar con amor despertaba amor, calmaba las inquietudes, desarrollaban las mejores cualidades. Al menos, no se levantaban barreras que pudieran ahondar las diferencias. Y eso era universal. La mente era mucho más que un elemento físico que cada uno llevaba.

lunes, mayo 20

LA DICHA DE SER ALUMNO Y APRENDER


Guille disfrutaba muchísimo en sus diversas clases. Su necesidad de aprender era como su necesidad de comer. Debía cuidar el cuerpo con sus alimentos y debía ocupar su mente, su interior, su espíritu profundo, con sus reflexiones y con sus descubrimientos que se abrían ante él como un nuevo horizonte. 

La dicha de ser enseñado por los planteamientos del Espíritu Santo que se colmaba en esa capacidad de amar. El amor siempre disculpa, siempre confía, siempre espera, siempre aguanta. Cada frase era un tesoro en su mente y en su alma. Era descubrir la capacidad de amar que el mismo Creador había puesto en nuestro interior. 

El amor es paciente, es afable. Una afirmación que le abría las puertas de su corazón para no precipitarse ni despeñarse en muchas ocasiones. La paciencia cumplía su cometido y le impedía chocar, por impaciencia, con actitudes equivocadas en su mente y en la consideración de los demás. 

“No hay nada más frustrante para un alumno que un plan de estudios que no pueda aprender. Cuando eso ocurre su sensación de ser competente se resiente, y no puede por menos que deprimirse”. 

“Enfrentarse a una situación de aprendizaje imposible es la cosa más deprimente del mundo. De hecho, es la razón por la que, en última instancia, el mundo en sí es deprimente”. 

“El plan de estudios del Espíritu Santo nunca es deprimente porque es un plan de estudios que produce dicha. Siempre que se reacciona con depresión ante el aprendizaje, es porque se ha perdido de vista el verdadero objetivo del plan de estudios”. 

Guille abría los ojos y se daba cuenta de que aprender a no tener envidia, a no ser engreído, a no jactarse, a no ser grosero, a no buscar sólo lo suyo, a no desesperarse ni a llevar las cuentas del mal de los demás hacia él, era toda una lección maravillosa que le recordaba que tenía en su interior un corazón así. 

Y eso lo motivaba mucho para aprender, abrirse todas las posibilidades con las que contaba dentro de él. Era la lección del Espíritu Santo que no le deprimía, sino que lo exaltaba con mucha alegría.

domingo, mayo 19

EL PLAN DE VIDA PARA NUESTRA COMUNICACIÓN


Benito le estaba dando vueltas a aquellas afirmaciones que acababa de leer. Era una comprensión que hasta entonces no había tenido de esa afirmación escrita: “La Biblia dice: “El Verbo (o pensamiento) se hizo carne”. 

“Estrictamente hablando eso es imposible, puesto que parece implicar que un orden de realidad pasó a ser otro. Los distintos órdenes de realidad, al igual que los grados de dificultad de los milagros, tan sólo dan la impresión de existir”. 

“El pensamiento no se puede convertir en carne excepto mediante una creencia, ya que el pensamiento no es algo físico. El pensamiento, no obstante, es comunicación, para lo que sí se puede utilizar el cuerpo”. 

“Este es el único uso natural que se puede hacer de él. Usarlo de forma antinatural es perder de vista el propósito del Espíritu Santo, y confundirse con respecto al objetivo de Su plan de estudios”. 

Ese elemento de comunicación era el más importante en nuestra vida. Los cuerpos lo podían facilitar o impedir. Benito recordaba cómo no pudo conocer a la familia de sus abuelos paternos porque ellos habían decidido no recibirles en la casa donde vivían. 

Toda comunicación quedó cortada. Pero los pensamientos entre ellos continuaron su camino. Ideas de lejanía, de contrariedad, de rencores ocultos y de odios inútiles entre las familias. Los cuerpos no querían acercarse para facilitar el conocimiento de personas que eran completamente ajenas a los juegos de separación de los mayores. 

La esencia de Jesús era pura comunicación. Tratar bien a las personas que nos rodeaban, a nuestros familiares directos o indirectos, era el elemento básico de comprensión entre todos los cuerpos que se encontraban. Benito, por eso, entendía que la cercanía de los cuerpos facilitaba la comunicación.

viernes, mayo 17

COMO PARTE DE TI, ÉL ES SANTO


Samuel tenía muy asumido la función de espejo que nos hacían los demás. Nosotros no podíamos definirnos a nosotros mismos. Pero cuando alguien nos provocaba alguna reacción, nos estábamos definiendo, conociendo, sabiendo lo que los otros nos decían sencillamente por nuestras reacciones. 

Esos sentimientos, pensamientos e ideas que nos despertaban hablaban de nosotros. Nosotros hemos caído en la trampa de fijarnos en el otro para justificar nuestra equidad, nuestra razón, o nuestro planteamiento. El otro no podía definirnos. Nuestras reacciones frente al otro nos definían a nosotros mismos. 

Era un camino interesante para conocerse uno mismo. Toda reacción de alejamiento que nos provocaban los demás nos hablaba del alejamiento que teníamos también hacia nosotros mismos. Toda alegría que compartíamos con los demás era parte de esa forma de ser que subía a la superficie. 

“Toda pérdida, no obstante, procede de los falsos conceptos que albergas, pues es imposible perder, sea cual sea la forma en que se manifiesta la pérdida. Mas cuando ves a un hermano como una entidad física, ‘pierdes’ su poder y su gloria así como los tuyos”. 

“Lo has atacado, pero tienes que haberte atacado a ti mismo primero. Por tu propia salvación – que le ha de brindar a él la suya – no lo veas así. No dejes que él se menosprecie a sí mismo en tu mente, sino libéralo de su creencia de que es insignificante y así te liberarás tú de la tuya”. 

“Como parte de ti, él es santo. Como parte de mí, tú lo eres. Entablar comunicación con cualquier parte de Dios es ir más allá del Reino hasta Su Creador gracias a Su Voz, la cual Él ha establecido como parte de ti”. 

El espejo nos define y ofrece sus influencias. Si menospreciamos es porque nos hemos menospreciado. Es una acción que conocemos. Las personas que no se menosprecian, no pueden hacerlo. Lo desconocen. 

A veces caemos en el error al establecer que lo hacen los demás. Cuando lo hacemos nosotros es porque se lo merecen. Si se merecen ser dejadas de lado, descubrimos que nos merecemos que se nos deje de lado.

jueves, mayo 16

USA TU CUERPO PARA LA VERDAD Y LO VERÁS CORRECTAMENTE


Daniel sabía que los seres humanos debían interpretar, valorar, considerar, la relación que tenían con sus cuerpos. Era una decisión de su libertad. Era una decisión de su capacidad de analizar, de comprender y de utilizar. Los animales no se fijaban en tales menesteres. Su instinto era igual en todos. 

En la libertad humana, todo cuerpo podía ser considerado en dos vertientes opuestas. Una vertiente iba por el lado de la utilidad, del compañerismo, del cuidado y de no interferir con el cuerpo de los demás. La otra vertiente disponía que se era mejor que otros, que su cuerpo le daba su poder y que debía utilizarlo para imponerse. 

Era una herramienta que se podía utilizar en ambas direcciones. Daniel no entendía cómo grupos de jóvenes quedaban en ciertos lugares poco habitados para entregarse a la lucha cual animales en celo para atacar a los demás. Parecían que debían defender no se qué manada como hacían los animales. 

“La comunicación pone fin a la separación. El ataque la fomenta. El cuerpo es feo o hermoso, violento o apacible, perjudicial o útil, dependiendo del uso que se haga de él”. 

“Y en el cuerpo de otro verás el uso que has hecho del tuyo. Si tu cuerpo se convierte en un medio que pones a disposición del Espíritu Santo para que Él lo use en nombre de la unión de la Filiación, no verás lo físico excepto como es”. 

“Úsalo para la verdad y lo verás correctamente. Úsalo incorrectamente y lo interpretarás mal, lo cual habrás hecho ya al usarlo incorrectamente. Interpreta cualquier cosa sin el Espíritu Santo y desconfiarás de ello”. 

“Eso te conducirá al odio y al ataque, y harás que pierdas la paz”. 

Cierto filósofo dijo que el hombre estaba en la mitad de un puente entre dos orillas. Una orilla lo acercaba al mundo biológico del animal. La otra orilla lo acercaba al mundo del pensamiento como ser comprensivo y con capacidad de razonar. Es una decisión personal nuestra en cada caso. 

El Espíritu Santo siempre nos guiará hacia la orilla del pensamiento donde la persona se eleva hacia arriba. Si despreciamos su interpretación, nos veremos abocados a la orilla donde el mundo biológico animal tiene su lugar. Pero, no tenemos instinto como tienen los animales completos. Eso sería una terrible adversidad. 

La última frase del párrafo lo sintetiza muy bien: “Eso te conducirá al odio y al ataque, y harás que pierdas la paz”.

miércoles, mayo 15

TU CUERPO TE AYUDA A DESCUBRIR EL PODER DE TU MENTE


Abel iba descubriendo esa función del cuerpo para descubrir la mente. Por una parte, sabía que el cuerpo podía atacar a los demás. Ciertamente, el ataque lo producía el cuerpo. Por otra parte, el cuerpo facilitaba el acercamiento para ponerse en contacto con otros y descubrir el poder de la mente. 

Casi siempre que recordábamos a los demás, nos llegaban las ideas del poder de la mente de la otra persona: su forma de ser, los momentos donde habíamos llegado a acuerdos, algunas disensiones que se pudieron superar, el agrado de pasar momentos juntos conversando. 

La amistad tenía esas hermosas experiencias que le gustaba recordar de los demás. Por ello, en ocasiones, cogíamos el teléfono o le enviábamos algún mensaje para quedar y pasar un rato juntos y gozar mutuamente de la compañía entre nosotros. 

“Si usas el cuerpo para atacar, este se convierte en algo perjudicial para ti. Si lo usas con el solo propósito de llegar hasta las mentes de aquellos que creen ser cuerpos para enseñarles a través del mismo cuerpo que eso no es verdad, entenderás el poder de la mente que reside en ti”. 

“Si usas el cuerpo con este fin, y sólo con este fin, no lo podrás usar para atacar. Cuando se usa con el propósito de unir, se convierte en una hermosa lección de comunión, que tiene valor hasta que la unión se consuma”. 

“Esta es la forma en que Dios hace que lo que tú has limitado sea ilimitado. El Espíritu Santo no ve el cuerpo como lo ves tú porque sabe que la única realidad de cualquier cosa es el servicio que le presta a Dios en favor de la función que Él le asigna”. 

Abel quedaba boquiabierto. Era una gozada utilizar el cuerpo para unir. La idea de que se convertía en una hermosa lección de comunión le llegaba muy hondo. Valía la pena adquirir, en la forma de pensar, la visión del Espíritu Santo. Así se superaban muchos obstáculos que los humanos, equivocados, poníamos en el cuerpo como obstáculo. 

Era todo un gran desafío descubrir el poder de la mente que residía en nosotros.

martes, mayo 14

EL VALOR DEL CUERPO EN NUESTRA VIDA


Josué había pensado en muchas ocasiones en el cuerpo. La juventud era ese lapso de tiempo donde la potencia, la belleza y la armonía del cuerpo destacaba de una forma poderosa. Al menos eso nos decían las modas, los concursos de belleza y los productos que se ofrecían para conservar dicha apariencia. 

Sin embargo, recordaba la expresión triste y lastimera de un amigo suyo, entrado en años, al comparar dos fotos suyas. Una era un joven atractivo. La otra mostraba una persona que no se parecía mucho al joven que fue. Su decepción se la transmitió con mucha fuerza. 

Josué, que había pasado por muchas etapas, siempre recordaba la afirmación de una gran y sabia educadora: Cada etapa en la vida tiene su encanto. Era una visión distinta. No era comparativa con nuestras anteriores etapas. La idea era firme: cada etapa en la vida tiene su encanto. Quizás ese es el secreto de la vida. 

“Recuerda que para el Espíritu Santo el cuerpo es únicamente un medio de comunicación. Al ser el nexo de comunicación entre Dios y Sus Hijos separados, el Espíritu Santo interpreta todo lo que has hecho a la luz de lo que Él es”. 

“El ‘ego’ separa mediante el cuerpo. El Espíritu Santo llega a otros a través de él. No percibes a tus hermanos tal como el Espíritu Santo lo hace porque no crees que los cuerpos sean únicamente medios para unir mentes, y para unirlas con la tuya y con la mía”. 

“Esta interpretación del cuerpo te hará cambiar de parecer con respecto al valor de este. El cuerpo, de por sí, no tiene ningún valor”. 

Josué era consciente de que cuando conocías a alguien por las redes sociales, siempre te pedían una foto para identificarte como cuerpo, como apariencia. No les importaba tu forma de pensar, tus gustos, tus prioridades, tu amistad, tus dones naturales. 

Daba la idea de que, con una foto, todo quedaba reducido a una apariencia que no tenía ningún valor. Por eso, los grandes sabios del mundo nunca le han dado ningún valor al cuerpo. Sin embargo, todos han hablado de nuestra forma de pensar.

lunes, mayo 13

EL ATAQUE NO PROCEDE NUNCA DEL AMOR


Benjamín abría los ojos muy grandes. Estaba leyendo que el ataque provenía siempre del cuerpo. Las personas que nunca atacaban estaban situadas en su forma de pensar. No seguían los vaivenes del ‘ego’ que tenía el cuerpo como su forma de ataque. 

Aceptaba que la forma de pensar dirigía al cuerpo. Era muy importante y vital en la vida desarrollar nuestra forma de pensar adecuada para evitar dejarse arrastrar por las propuestas del cuerpo. Atacar no tenía sentido. Todo se solucionaba, antes bien, con una comprensión del otro y con la puesta en marcha de unos buenos acuerdos. 

“Los ataques son siempre físicos. Cuando se infiltra en tu mente cualquier forma de ataque es que estás equiparándote con el cuerpo, ya que esta es la interpretación que el ego hace de él”. 

“No tienes que atacar físicamente para aceptar esta interpretación. La aceptas por el mero hecho de creer que atacando puedes obtener lo que deseas. Si no creyeses esto, la idea del ataque no tendría atractivo alguno para ti”. 

“Siempre que te equiparas con el cuerpo, experimentas depresión. Cuando un Hijo de Dios piensa así de sí mismo se está menospreciando y está haciendo lo mismo con sus hermanos”. 

“Y puesto que sólo puede encontrarse a sí mismo en ellos, está, por lo tanto, negándose a sí mismo la salvación”. 

Benjamín bebía y bebía el conocimiento que le llegaba hasta él. Una idea se dibujaba en su mente y la veía con mucha claridad: el amor no ataca nunca. El amor, entonces, no se generaba en el cuerpo. 

El amor se generaba en la forma de pensar de cada individuo. Esa forma de pensar aceptaba el amor como el camino, como el sendero que guiaba a encontrar acuerdos con los otros, consigo mismo. Un buen acuerdo con los demás era un buen acuerdo consigo mismo. 

Así el enfado, nunca encontraría la salida de sus tensiones interiores con un ataque. Buscaría un buen acuerdo y nunca se violentaría. Nuestra solución magnífica era el acuerdo. El ataque nunca debía sobrevenir en nuestra vida.

domingo, mayo 12

SOMOS TOTALMENTE SU TESORO


Iván iba descubriendo, cada día más, la visión del Eterno como un padre, un amigo, alguien cercano con el que se podía hablar de todo, en todas las ocasiones y en todos los momentos de la vida. Ninguna barrera se interponía entre Él y nosotros. 

Iván se quedaba perplejo al descubrir que el amor nunca podía atacar a nadie. El mismo Jesús perdonó a los que gritaban y aclamaban que muriera. Jesús, desde el amor, no podía atacarles de ninguna de las maneras. Le pidió a Su Padre que los perdonara. 

Dios mismo lo entendía. El amor no podía atacar a nadie. No era un camino estrecho para que caminaran solamente unos pocos por ese sendero. No había una selección que le impulsara a valorar a unos en detrimento de otros. Eso, el amor nunca lo hubiera entendido. 

“Lo que Voluntad de Dios ha dispuesto para ti es tuyo. Dios le ha dado Su Voluntad a Su tesoro, para quien esa Voluntad es su propio tesoro. Allí donde esté tu tesoro estará tu corazón, tal como el Suyo está allí donde se encuentra Su tesoro”. 

“Tú, a quien Dios ama, eres completamente bendito. Aprende esto de mí, y libera la santa voluntad de todos aquellos que son tan benditos como tú”. 

Palabras que hacían remover todos los sentimientos que Iván tenía en su interior desarrollados por el amor de sus padres, y, ahora, reflejados en ese Padre Eterno tan sensible que pone su tesoro en cada uno de nosotros. Su Corazón está en ti y en mí. 

Y, como justa correspondencia, nuestro corazón está en el tesoro de nuestro Padre maravilloso. “Tú, a quien Dios ama, eres completamente bendito. Aprende esto de mí, y libera la santa voluntad de todos aquellos que son tan benditos como tú”.

sábado, mayo 11

LA EXPERIENCIA ES NUESTRA ALIADA


Gonzalo recurría a su experiencia para comprender las intervenciones de Dios en su vida. Él y su esposa podrían escribir un libro de los momentos donde se cernieron problemas en la familia y la confianza en ese Dios, que estaba cerca de Sus Hijos, siempre les respondía con certeza. 

No había nada acerca de Dios que les llegara de alguna manera por medio de sus conocidos, de sus personas de confianza, de sus allegados, que no lo pusieran en el tamiz de su experiencia. Las ideas podían discutirse, reflexionarse, profundizarse, y darles toda la validez que nosotros quisiéramos. 

Sin embargo, la experiencia era algo que no se podía discutir. Dios se hacía presente en circunstancias donde no se lo esperaba o circunstancias que agobiaban y no sabían cómo salir de esa encrucijada que les venía sobre su vida y se quedaban perplejos al observar las soluciones que se presentaban. 

“Yo soy consciente del valor que Dios te otorga. Mi devoción por ti procede de Él, pues nació del conocimiento que tengo de mí mismo y de Él. No podemos estar separados”. 

“Lo que Dios ha unido no se puede separar, y Dios ha unido a todos Sus Hijos en Sí Mismo. ¿Cómo ibas a estar separado de tu vida y de tu Ser? El viaje a Dios es simplemente el ver con ojos auténticos el conocimiento de dónde estás siempre y de lo que eres eternamente”. 

“Es un viaje sin distancia hacia una meta que nunca ha cambiado. La verdad sólo puede ser experimentada. No se puede describir ni explicar. Yo puedo hacerte consciente de las condiciones que la facilitan, pero la experiencia en sí forma parte del ámbito de Dios”. 

“Juntos podemos satisfacer sus condiciones, pero la verdad vendrá a ti por su cuenta”. 

Gonzalo había tenido esa experiencia tan hermosa que le hablaba de la presencia de ese Dios tan excelso, maravilloso, y estupendo. Vivía dentro de él y no podía dudar ni de su presencia ni de su ayuda continua y constante. Era una dicha contar con tal amigo en la vida.

miércoles, mayo 8

ERES EL TESORO DE DIOS A PESAR DE TUS DUDAS


José, al repasar su vida, reparaba que había tenido muchos momentos cumbres en su caminar y, en todos ellos, la presencia de Dios había llegado a su experiencia. Había tenido contestaciones a sus planteamientos. Poco a poco, esa distancia entre Dios y Sus criaturas, en José, se acortaba con su relación. 

En muchas conversaciones, había tenido, en el transcurso de la charla, claros indicios de Su pensamiento, de Su grandeza, de Su sabiduría. Aparecían nuevas ideas en su mente que nunca hubiera imaginado. Eso fortalecía la sensación de comunicación continua entre el Creador y Su criatura. 

Los pensamientos que acudían a su mente, después de alguna conversación, eran siempre de comprensión, de entendimiento de la otra persona, de una paz que superaba toda medida, de una sabiduría que le encantaba que se desarrollara en su interior. 

“La única pregunta que jamás debieras hacerte es: “¿Deseo saber lo que la Voluntad de mi Padre dispone para mí?” Él no te lo ocultará. Me lo reveló a mí cuando se lo pregunté, y así, supe lo que Él ya había dado”. 

“Nuestra función es colaborar juntos porque separados el uno del otro no podemos funcionar en absoluto. El poder del Hijo de Dios reside en todos nosotros, pero no en ninguno de nosotros por separado”. 

“Dios no desea que estemos solos porque Su Voluntad no es estar solo. Por eso, creó a Su Hijo, y le dio el poder de crear junto con Él. Nuestras creaciones son tan santas como nosotros, y nosotros que somos los Hijos de Dios, somos tan santos como Él”. 

“Por medio de nuestras creaciones extendemos nuestro amor, aumentando así el gozo de la Santísima Trinidad. No comprendes esto porque, aunque eres el tesoro de Dios, no te consideras valioso. Como resultado de esa creencia no puedes entender nada”. 

José empezaba a entender algo que hasta el momento le había sido difícil. Quería repetirlo y comprenderlo: “Nuestra función es colaborar juntos porque separados el uno del otro no podemos funcionar en absoluto. El poder del Hijo de Dios reside en todos nosotros, pero no en ninguno de nosotros por separado”. 

La idea de unidad era vital para compartir ese poder maravilloso dado al grupo, a todos los Hijos de Dios, a todas las criaturas de la humanidad, a esa universalidad que no excluía a nadie en absoluto. En ese espíritu de conjunción de todas esas manos juntas, radicaba ese poder de Dios. 

Por ello, el ego no podía engañarnos más al repetirnos que ninguno de nosotros tenía ese poder. El poder era el conjunto de Sus Hijos quien lo detentaba. Todos juntos y unidos era esa aspiración suprema de cada una de nuestras almas.

martes, mayo 7

UN CREADOR INTRÍNSECO


Darío escuchaba y pensaba, con mucha atención, el papel que Dios le había dado en la creación. Esa imagen de sí mismo era la imagen de creador. El ser humano creaba tal como lo hacía Dios. La creación se basaba en esa veta donde lo que se multiplicaba era lo mejor del ser humano. 

Esa veta maravillosa de los humanos era la imagen del Creador. Y, esa veta se multiplicaba en miles de formas en su interior, en su mente, en sus conversaciones y en sus proyectos. Nadie podía guardar dentro de sí ese tesoro inigualable que cada persona llevaba en su interior. 

Toda la acción de Jesús iba en esa dirección. Sabía sacar fuera de cada persona, por poco promisoria que apareciera, dones que dejaba boquiabiertos a muchos de sus amigos, a sus cercanos, e, incluso, a sus familiares. Esa era la visión de Jesús cada vez que miraba a una persona con sus ojos transformadores. 

“Tu función es aumentar el tesoro de Dios aumentando el tuyo. Su Voluntad hacia ti es su Voluntad para ti. Él no te negaría la capacidad de crear porque en ello radica Su dicha”. 

“Tú no puedes hallar dicha excepto como Dios lo hace. Su gozo estriba en haberte creado a ti y Él te extiende Su Paternidad para que tú puedas extenderte tal como Él lo hizo”. 

“No comprendes esto porque no lo comprendes a Él. Nadie que no acepte su función puede entender lo que esta es, y nadie puede aceptar su función a menos que sepa lo que él mismo es”. 

“La creación es la Voluntad de Dios. Su voluntad te creó para que tú, a tu vez, creases. Tu voluntad no fue creada aparte de la Suya, por lo tanto, tiene que disponer lo mismo que la Suya”. 

Darío entendía que esa veta de la creación de cada uno de nosotros iba en la misma dirección que la creación divina. Esos ojos transformadores de Jesús eran la invitación para incorporarnos a la creación estupenda y maravillosa. 

Si no marchábamos en la misma senda que Su voluntad, la creación no era posible. En cambio, nuestra libertad, al descubrir la grandeza de Dios, elegía Su Voluntad y la creación, desde ese momento, se ponía en marcha.

lunes, mayo 6

EL HIJO EN SÍ ES NUESTRO PROPIO TESORO


Mario le había dado mil vueltas al relato del hijo pródigo. Una historia que desafiaba a las mentes más preclaras. Pocos lo habían entendido. Muchos padres de familia que lidiaban con hijos díscolos y respondones, les respondían que eran desleales, desnaturalizados, desagradecidos y descastados. 

Compartían sus problemas con los demás y se sentían arropados por el apoyo que recibían al condenar las conductas tan estridentes de sus hijos. En cambio, la experiencia del hijo pródigo no contenía ni un solo reproche, ni una sola definición negativa de aquel hijo exigente que desafiaba la autoridad del padre. 

El ojo de Dios se fijaba en otros elementos distintos a los que se fijaban sus padres biológicos. La profundidad de la enseñanza era tal que muchos cristianos no llegaban a entender la sabiduría que se ponía en funcionamiento. Por mucho que leyeran esa experiencia no captaban ni su esencia ni su objetivo. 

“Escucha la parábola del hijo pródigo, y aprende cuál es el tesoro de Dios y el tuyo: el hijo de un padre amoroso abandonó su hogar y pensó que había derrochado toda su fortuna a cambio de cosas sin valor, si bien no había entendido en su momento la falta de valor de las mismas”. 

“Le daba vergüenza volver a su padre porque pensaba que lo había herido. Mas cuando regresó a casa, su padre lo recibió jubilosamente toda vez que el hijo en sí era su tesoro. El padre no quería nada más”. 

La gente que ponía el valor en el dinero, en las lealtades, en los intercambios de favores, en las buenas prácticas, les daban a esos conceptos un valor supremo y muy por encima de la persona. 

El propio hermano mayor le recordó al padre que aquel hijo se había gastado su dinero en prostitutas. El valor estaba puesto en el comportamiento sobre el dinero y sobre la aparente decencia. La enseñanza de la parábola iba mucho más allá de cualquier concepto. La persona regresaba a casa y admitía el valor supremo del padre como persona, como amor. 

Mario reconocía que había caído en el error de dar valor a los conceptos de aquellas cosas que hacíamos. El único y gran valor, según el padre del hijo nos lo recordaba, éramos nosotros mismos. No lo que hicimos.

domingo, mayo 5

DIOS TE HA ELEVADO HASTA SU GRANDEZA


Luis había tenido una conversación durante el fin de semana que le había dejado preocupado. Se tenía la idea de que Dios debía castigar de forma clara y contundente a todos aquellos que lo desafiaban. Según ellos, Dios había puesto sus premisas y todos debían caminar por ellas. 

Aquellos que no caminaban por ellas, debían pagar, con sus vidas, sus errores y sus equivocaciones. Luis sabía que ningún padre en la vida solía llevar esas condenaciones sobre sus hijos. Le dijeron que habría un juicio final con todos los pronunciamientos de condenación. 

Quizás, pensaba Luis, que ese juicio era más bien para decirle Dios a sus hijos que aquellas actitudes que ellos creían que Él no les perdonaba y, por ello, no se las perdonaban a ellos mismos ni a los demás, el mismo Rey de la Gloria los entendía y los abrazaba porque, en su sufrimiento, habían descubierto el error de abandonar los caminos del Eterno. 

“El mundo no puede añadirle nada al poder y a la gloria de Dios y de Sus santos Hijos, pero si Sus Hijos ponen su atención allí, el mundo puede cegarlos e impedir que vean al Padre”. 

“Tú no puedes ver el mundo y conocer a Dios. Sólo uno de ellos es verdad. He venido a decirte que es a ti a quien corresponde decidir cuál de ellos lo es. Si lo fuese, ya te habrías destruido a ti mismo”. 

“Mas Dios no dispuso la destrucción de Sus creaciones, pues las creó para toda la eternidad. Su Voluntad te ha salvado, no de ti mismo, sino de la ilusión de ti mismo. Dios te ha salvado para ti mismo”. 

Luis se quedaba tranquilo. Disponía de libertad, tenía la elección en sus manos. Seguir los caminos de Dios era su deleite y su grandeza. Un pensamiento que le llenaba todos los huecos de su cuerpo, de su mente, de su alma y de su espíritu grandioso.

viernes, mayo 3

UN VIAJE ACOMPAÑADOS


Enrique había apreciado mucho la confianza que uno de sus amigos le había proporcionado. Le había dado unos consejos excelentes. Una seguridad estupenda había nacido en su corazón. Todo era una paz y una sensación de que la soledad se había esfumado. 

Descubrió que la sensación de soledad en los momentos difíciles de la vida eran duros de superar. Parecía que el camino indicaba unos barrancos profundos a cada lado de esa senda que había que pasar. La inseguridad hacía su presencia y la inquietud dirigía la travesía. 

En cambio, experimentar el apoyo de una mano amiga cambiaba toda nuestra visión de la vida. El ser humano no había sido puesto en el mundo para sentir esa soledad vacía y sin apoyos. Por ello, Jesús dijo que siempre estaría con nosotros y que nunca nos dejaría solos. 

“Somos la voluntad unida de la Filiación, cuya plenitud es para todos. Comenzamos nuestra jornada de regreso juntos, y según avanzamos juntos, congregamos a nuestros hermanos”. 

“Cada aumento de nuestra fuerza se lo ofrecemos a todos, para que ellos puedan también superar su debilidad y añadir su fuerza a la nuestra. Dios nos espera a todos con los Brazos abiertos”. 

“Y nos dará la bienvenida tal como yo te la estoy dando a ti. No dejes que nada en el mundo haga que te olvides del Reino de Dios”. 

Enrique veía que la solución al problema de esa soledad negativa y aniquiladora de nuestras propias fuerzas se tenía muy en cuenta por Jesús y por el Padre Celestial. Esa unión de nuestros corazones emanaba una fuerza que servía para todos nosotros y podíamos enviársela a todos los demás que se acercaban. 

La vida se hacía presente en esa maravillosa jornada. Todos juntos sin estar separados.

jueves, mayo 2

TE NECESITO COMO TÚ ME NECESITAS A MÍ


Carlos se había planteado cuando era un joven en su primera madurez que Dios Mismo tenía necesidad de Sus Hijos, así como Sus Hijos tenían necesidad de Él. La idea le pasó rápido por su mente y se basó en la hermosa relación que existía entre un padre y una madre con sus hijos. 

Si Dios era el Padre por excelencia, su necesidad debería ser mucho más grande que la de un padre humano. Nunca había escuchado ni leído en ninguna parte de esa necesidad del Mismo Dios. Sin embargo, desde el punto de vista de una familia todo estaba claro. 

En ocasiones, veíamos a las personas con mucho poder lejanas de sus súbditos, muy poco conscientes de lo que pensaban y experimentaban. No obstante, si el Mismo Dios nos decía que le abriéramos el corazón como a un amigo, el poder de Dios, entonces, se manifestaba por la capacidad de vibrar con cada latido de cada uno de Sus Hijos. 

“El camino del ego no es mi camino, pero tampoco es el tuyo. El Espíritu Santo les ofrece una sola dirección a todas las mentes, y la que me enseñó a mí es la misma que te enseña a ti”. 

“No perdamos de vista la dirección que Él nos señala por razón de las ilusiones, pues sólo la ilusión de que existe otra dirección puede nublar aquella en favor de la cual la Voz de Dios habla en todos nosotros”. 

“Nunca le concedas al ego el poder de interferir en la jornada. El ego no tiene ningún poder porque la jornada es el camino que conduce a lo que es verdad. Deja atrás todas las ilusiones, y ve más allá de todos los intentos del ego de demorarte”. 

“Yo voy delante de ti porque he transcendido el ego. Dame, por lo tanto, la mano puesto que tu deseo es transcenderlo también. Mi fortaleza estará siempre disponible, y si eliges compartirla dispondrás de ella”. 

“Te la doy gustosamente y de todo corazón porque te necesito tanto como tú me necesitas a mí”. 

Carlos estaba contento. Por fin, veía compartida esa idea que pasó por su mente muchos años atrás. Era como unirse en una misma familia. Era sentir el calor de la mano del Padre tan cerca de la suya que no podía contener el gozo de su corazón.

miércoles, mayo 1

SABER ELEGIR A NUESTRO COMPAÑERO


Sebas recordaba a unos amigos con los que salían juntos cuando eran novios. Eran dos parejas que solían coincidir en sus actividades e intercambiar los planes de futuro. En cierto momento de su experiencia, el muchacho de la otra pareja cayó en el alcoholismo y tuvo sus luchas internas. 

La chica se replanteaba la relación porque la falta de estabilidad le hacía zozobrar su futuro. No deseaba enfrentarse a un problema que no se conocía mucho hasta aquel momento. En la ciudad se había formado una asociación de alcohólicos anónimos para ayudarse entre ellos. 

Casi todo el mundo decía que ellos solos podían superarlo. En momentos se comprometían con todas sus fuerzas. Su sinceridad afloraba con la nobleza de un niño pequeño que encandilaba a la chica. La tristeza apareció cuando los episodios de reincidencias aparecían. 

Al final se casaron, pero el calvario por el que pasaron fue tortuoso y difícil. “¿Quieres saber lo que la Voluntad de Dios dispone para ti? Pregúntamelo a mí que lo sé y lo sabrás. No te negaré nada, tal como Dios no me niega nada a mí”. 

“Nuestra jornada es simplemente la de regreso a Dios que es nuestro hogar. Siempre que el miedo se interpone en el camino hacia la paz, es porque el ego ha intentado unirse a nuestra jornada, aunque en realidad no puede hacerlo”. 

“Presintiendo la derrota e irritado por ella, se considera rechazado y se vuelve vengativo. Tú eres invulnerable a sus represalias porque yo estoy contigo. En esta jornada me has elegido a mí de compañero en vez de al ego”. 

“No trates de aferrarte a ambos, pues si lo haces estarás tratando de ir en direcciones contrarias y te perderás”. 

Sebas conocía por aquella pareja que había momentos donde la elección era vital para nuestra vida. Durante muchos años recordaron la decisión equivocada de la chica al unirse con aquel muchacho inmerso en el alcoholismo. Eran momentos donde no se consideraba al alcoholismo como una enfermedad. 

La mentalidad decía que para ser hombres había que beber alcohol. Sebas, en muchos bares, pedía zumos y refrescos, y no se comportaba, según la idea general, como un auténtico hombre. El ego azuzaba para que bebiera. Eso de ser hombre molaba mucho. 

Una idea clara en la mente. Un saber que el alcohol le había dejado sin sentido en alguna ocasión que se había excedido, fueron experiencias suficientes para admitir que esa idea de ser hombres se formaba a costa de la salud y del bienestar de tus seres queridos.