lunes, junio 17

NUESTRA VOLUNTAD SOLO NO LO ES TODO


Gonzalo admitía que éramos personas que íbamos aprendiendo. Cada año que pasaba había nuevas cosas que se habían incorporado a nuestras experiencias. Unas veces coincidían con algo que ya habíamos conocido antes y lo habíamos decidido. Otras veces nos traían visiones nuevas que superaban aquello que habíamos aprendido de niños. 

En esa línea de cambio era vital la confianza. Tener una confianza completa en una persona, en unas creencias, en unas ideas, nos daban cierta orientación para saber seguir siempre un camino prudente en nuestros descubrimientos. El cambio siempre estaba servido. 

Por ello, Gonzalo no se aferraba demasiado a ciertas ideas muy extremas o falta de solidez en el tiempo. Como buen agricultor, sabía que se necesitaba tiempo para saber si realmente la semilla germinaba y se hacía visible o se quedaba sin vida encerrada en la simiente. 

“Ninguna mente recta podría creer que su voluntad es más fuerte que la de Dios. Si una mente cree que su voluntad es diferente de la de Él, entonces sólo puede concluir o bien que Dios no existe o bien que Su Voluntad es temible”. 

“La primera conclusión da lugar al ateo, y la segunda, al mártir, que cree que Dios exige sacrificios. Cualquiera de esas dos conclusiones dementes producirá pánico, ya que el ateo cree estar solo, y el mártir que Dios lo está crucificando”. 

“No obstante, nadie quiere sentirse abandonado o sufrir represalias, aunque es posible que muchos procuren ambas cosas. ¿Puedes acaso pedirle al Espíritu Santos semejantes ‘regalos’ y esperar recibirlos?” 

“Él no puede darte lo que tú no deseas. Cuando le pides al Dador Universal lo que no quieres, le estás pidiendo lo que no se puede dar porque nunca se creó. Y nunca se creó porque nunca fue lo que tu voluntad dispuso para ti”. 

Gonzalo ya había pasado la experiencia de dar gracias a Dios por no haberle dado algunas cosas que le había pedido. El tiempo, como hacía el agricultor, daba lugar a la manifestación apropiada de lo que realmente nos favorecía. 

En ese proceso, Gonzalo ponía su confianza. De esa manera, el tiempo siempre le orientaba en la buena dirección.

No hay comentarios:

Publicar un comentario