Daniel cada vez era más consciente de la trascendencia que tenía en su relación personal con el Eterno, la relación que tenía con sus compañeros de trabajo, con sus amigos y con sus conocidos. Siempre recordaba una frase que le habían repetido desde niño: “No puedes ver a Dios, pero puedes ver a los demás”.
La misma forma con la que trataba a los demás, coincidía con la forma en la que trataba a Dios. A veces, la gente le confundía. Le decía que si fuera Dios a visitarle seguro que le prepararía una bienvenida excelente y una atención de alta estima.
Daniel se decía a sí mismo: “Dios no vendrá nunca personalmente. Dios llamará a mi puerta en forma de compañero de trabajo, de amigo, de conocido, de una llamada de socorro y de una petición de ayuda”. Y esa forma de llamar no debía confundirlo. Esas manos que tocaban en su puerta eran las manos de Dios.
“Si quieres tener la certeza de que tus oraciones son contestadas, nunca dudes de un Hijo de Dios. No pongas en duda su palabra ni lo confundas, pues la fe que tienes en él es la fe que tienes en ti mismo”.
“Si quieres conocer a Dios y Su Respuesta, cree en mí cuya fe en ti es inquebrantable. ¿Cómo ibas a poder pedirle algo al Espíritu Santo sinceramente, y al mismo tiempo dudar de tu hermano?”.
“Cree en la veracidad de sus palabras por razón de la verdad que mora en él. Te unirás a la verdad en él, y sus palabras serán verdaderas. Al oírlo a él me oirás a mí. Escuchar la verdad es la única manera de poder oírla ahora y de finalmente conocerla”.
A Daniel se le ensanchaba el corazón. La idea de ese grupo de tres personas se hacía claro en su mente. Por un lado, estaba su amigo o conocido, por otra estaba Dios representado por su amigo o conocido. Por otro lado, estaba él tratando a su amigo o conocido como si fuera Dios.
Dios estaba en su amigo o conocido, estaba en él, Dios nos unía delante de Sí mismo como la expresión máxima de Su Amor y de su unión entre todos nosotros. Los tres unidos por Dios. Un pensamiento liberador en la mente de Daniel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario