Benito estaba intrigado por la palabra ‘expiación’. Eso de aceptar la expiación para nosotros mismos lo confundía con una serie de sacrificios llenos de muerte, de fuego y de cremación. En nuestros tiempos, esas prácticas ya no tenían sentido. Por tanto, la palabra ‘expiación’ debía significar algo realmente entendible para nosotros.
El verbo ‘expiar’ significaba perdonar. Perdonar a los demás y, por ende, nos perdonábamos a nosotros mismos. Era un efecto positivo de una acción ejercida en nuestra mente a favor de los demás. No era posible perdonarse a uno mismo, si se tenía la idea de que alguien no merecía nuestro perdón.
Era el camino para aceptar que podíamos equivocarnos, confundirnos, herirnos, pero al final siempre se aceptaban esas disculpas, ese perdón, esa expiación, que restablecía las relaciones en su justo sentido.
“Tú no puedes encontrar el camino por tu cuenta, y tú, que eres el Reino, no puedes encontrarte a ti mismo por tu cuenta. Para lograr el objetivo del plan de estudios, por lo tanto, no debes escuchar al ego, cuyo propósito es derrotar su propio objetivo”.
“El ego no sabe esto porque no sabe nada. Pero tú puedes aprenderlo, y lo aprenderás si estás dispuesto a examinar lo que el ego quiere hacer de ti. Esta es tu responsabilidad porque una vez que hayas examinado esto aceptarás la Expiación para ti mismo”.
“¿Qué otra elección podrás llevar a cabo? Una vez que hayas elegido aceptar la Expiación para ti mismo, entenderás por qué razón, cuando antes te encontrabas con alguna persona, creías que era otra persona”.
“Y cada encuentro santo en el que te entregues completamente te enseñará que eso no es como pensabas previamente”.
Benito veía que el cambio de mentalidad afectaba a la idea que teníamos de las personas. El ego las veía llenas de intereses. El Espíritu Santo la veía como Hijo/a de Dios y la percepción cambiaba totalmente.
No era lo mismo encontrarse con una persona que tenía nuestros menosprecios que encontrarse con esa misma persona con la idea de que Dios estaba dentro de ella. Ese era el camino de nuestro aprendizaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario