Luis estaba en una época de transición desde los planteamientos del ego a los planteamientos del espíritu. La primera lección del cambio era complicada. Aceptar, comprender y vivir que ‘para poder tener, da todo a todos’ no era nada fácil. Comprendía que era más bien un proceso que una idea intemporal.
El proceso iba cavando en nuestra mente para poder implantar el nuevo principio y quitar el del ego que siempre había estado firmemente arraigado en la mente, en las ideas, en los sentimientos y en las seguridades internas que habían provocado. Ir desplazando ese principio, implicaba cambios de estabilidad emocional.
El pensamiento se resistía, en parte, a aceptar las ideas del espíritu y la primera lección era su primer desafío. Era un cambio de enfoque que daría nacimiento a una nueva mentalidad para dirigir la vida y considerar todas las incidencias de cada día.
“El ego – operando a la inversa como de costumbre – percibe la primera lección como algo demente (‘para poder tener, da todo a todos’). De hecho, esa es su única alternativa, pues la otra posibilidad, que sería mucho menos aceptable para él, es obviamente que él es el que es demente”.
“En esto, como en todo, los juicios del ego están predeterminados por lo que él es. El cambio fundamental tendrá lugar cuando el pensamiento cambie de mentalidad”.
“Mientras tanto, la progresiva claridad de la Voz del Espíritu Santo hace que sea imposible que el alumno no la oiga. Por algún tiempo, pues, recibirá mensajes conflictivos y aceptará los dos”.
Luis aceptaba ese proceso conflictivo natural que tendría lugar en su mente. Muchos años acostumbrada al ego, la mente había verificado en la experiencia esa ley de no compartir, no dar, para tener. En muchos casos rompiendo relaciones de amistad, comprensión, empatía, e inclusive amor.
No era momento para romper más relaciones de amor. No era momento de dejar que la exclusividad separara lo que estaba unido. Los planteamientos del espíritu iban avanzando y su claridad y su verdad iba poco a poco desarraigando los principios del ego y plantando los suyos sin problemas.
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