miércoles, marzo 20

LA LUZ BRILLA POR SÍ SOLA Y SE RECONOCE


Sebas creía que debía influir en los demás con cantidad de argumentos y razonamientos para convencerlos de su propia posición y alejarlos de la de ellos. Era algo que había ido aprendiendo en sus años de experiencia donde los argumentos eran tan importantes para subrayar ciertas verdades. 

Él se creía que una posición razonada sería capaz de cambiar la mentalidad de las personas. Se olvidaba de que el ser humano era, además de mente, un corazón sintiente que captaba la bondad de las palabras y la calidad de los sentimientos contenidos en ellas. 

Muchas personas utilizaban su intuición para penetrar en las palabras y descubrir el propósito final de la comunicación. Las palabras por sí solas no tenían poder total. Debían afirmarse con unos ojos bondadosos, con una mano amiga y con una capacidad de resolver dificultades reales. 

“Cuando una mente contiene solamente luz, conoce solamente la luz. Su propia luminiscencia alumbra todo en su derredor, y se extiende hasta la penumbra de otras mentes, y las transforma en majestad”. 

“La Majestad de Dios se encuentra en ellas para que la reconozcas, aprecies y la conozcas. La manera de aceptar tu herencia es reconociendo la Majestad de Dios en tu hermano”. 

“Dios sólo da de manera equitativa. Si reconoces Su don en cualquiera, habrás reconocido lo que Él te ha dado a ti. Nada es más fácil de reconocer que la verdad ya que es un reconocimiento inmediato, inequívoco y natural”. 

“Te has enseñado a ti mismo a no reconocerla, y esto ha sido muy difícil para ti”. 

Sebas veía que la luz, símbolo de la bondad y del saber contenido en esa bondad, era el camino por el que circulaba la energía más hermosa del universo. Era el camino de Dios para captar Su Majestad en el hermano. Sebas bajaba la cabeza y se decía así mismo: 

“He tachado a muchas personas como indeseables y como incómodas en mi vida. He apartado y creído que algunas de ellas jamás descubrirían las excelencias de la Majestad Divina. Sin embargo, no tengo otro camino para descubrir al Creador”. 

“Se encuentra en cada persona con la que me cruzo y tengo en cuenta en mi apreciación. Si no soy capaz de descubrir la Majestad de Dios en mi hermano, no creo que pueda hablar con Dios”. 

Unos pensamientos que le hacían descubrir que su luz subía cuando sus pensamientos se ponían en la dirección apropiada para descubrir la Majestad de Dios en el hermano.

2 comentarios:

  1. Percibir la luz en toda su integridad, es desechar la obscuridad de la mente. El milagro, el cambio de mentalidad, opera al deshacer esa creencia de que el otro no merece la luz que nosotros estamos alcanzando a ver. Nuestro tesoro se engrandece junto al otro.

    'El milagro elimina el error porque el Espíritu Santo lo identifica como falso o irreal. Esto es lo mismo que decir que al percibirse la luz la obscuridad desaparece automáticamente.'

    Cap. 1 'El significado de los milagros'

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