domingo, agosto 26

DOS VOCES DENTRO DE TI

Marcos se daba cuenta que podía tener conversaciones personales con él mismo sin necesidad de ningún otro intermediario. Había visto a algunas personas tener conversaciones ellas solas. Estaban tan metidas en ellas que no reparaban que había otras personas mirándolas. 

Marcos, al analizar cualquier incidencia, siempre tenía dos visiones al abordarlas. Saber que disponía de dos voces en su interior le hacía estar alerta. Dos voces que confundía con él mismo y que creía que eran suyas totalmente. Con el tiempo se había dado cuenta que no eran suyas. 

Pero la experiencia le decía que eran sus pensamientos y no podía liberarse de sus pensamientos y de esas dos voces. Lo que sí podía hacer era identificarlas y descubrir quién había detrás de cada una de ellas. Esa posición de distanciamiento lo hacía sentir más sereno y más analítico. 

En esa posición sentía que se acercaba mucho mejor a la comprensión de los conflictos que se libraban en su interior. 

“Tanto la separación como el principio que gobierna la Expiación dieron comienzo simultáneamente. Cuando el ego fue engendrado, Dios puso en la mente la llamada de júbilo”. 

“Esta llamada es tan poderosa que el ego siempre se desvanece ante su sonido. Por eso tienes que elegir escuchar una de las dos voces que hay dentro de ti. Una la inventaste tú (el ego), y no forma parte de Dios. La otra te la dio Dios, Quien sólo te pide que la escuches”. 

“El Espíritu Santo se encuentra en ti en un sentido literal. Suya es la Voz que te llama a retornar a donde estabas antes y a donde estarás de nuevo. Aún en este mundo es posible oír sólo esa Voz y ninguna otra”. 

“Ello requiere esfuerzo, así como un gran deseo de aprender. Esa es la última lección que yo aprendí, y los Hijos de Dios gozan de la misma igualdad como alumnos que como Hijos”. 

La distancia que le venía con la paz, con la meditación, con la serenidad, le hacía analizar los hechos con una visión diferente. Una voz pensaba en Dios, en el Padre, en la Persona más querida por sus planteamientos. La otra voz se dirigía por caminos de autoprotección. 

Caminos que calculaban las estrategias y le indicaban los señuelos de la otra persona para engañarlo. Pero Marcos siempre tenía la misma tendencia. Desoía la voz de doble sentido que le hablaba del engaño en el otro. Siempre le daba la posibilidad de que la propuesta de nobleza estuviera en el otro. 

Esa decisión le daba mucha paz. No importaba que la otra persona faltara a esa confianza de nobleza otorgada en su interior. A Marcos le hubiera gustado que lo hubieran considerado así. Después, cada uno en sus decisiones se hacía acreedor a esa confianza otorgada o no. 

La voz del Padre siempre resonaba en sus sienes y los latidos de su corazón. Le daba fortaleza interior y una intensidad moral que le hacía mirar a la cara y a los ojos a todos con esa nobleza de persona natural. Marcos sentía en esa decisión la victoria más grande de su vida.

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