Rafa en una noche en un parque estaba hablando con el Eterno. Le abría su corazón y se sentía cerca del infinito. Una pregunta surgió en su mente. Le había surgido en varias ocasiones a lo largo de su vida. Quería tener la oportunidad de ver a Dios personalmente.
En su mente ingenua le expresó ese deseo con vehemencia, con mucha intensidad. Sería tan extraordinario poder tener esa posibilidad. Hablar cara a cara con el Creador del Universo. Era como habla con su Padre celestial. Deseos que nacían en el interior de la persona.
Rafa nunca se lo había expresado a nadie. Sabía que sería tachado de loco. Nadie había tenido esa oportunidad. De Dios se podía hablar, pero tener una entrevista con Él cara a cara, ni hablar. Todo el mundo estaba resignado. Dios era algo indecible en el corazón, pero no una experiencia personal.
La noche fue avanzando. Su mente quedó tranquila. En unos susurros leves y agradables algo llegó a su mente. Una intuición que hizo mecer su corazón en un nuevo auspicio que llegaba hasta él: ‘Puedes verme en cada uno de tus hermanos con los que mañana tienes que entrevistarte o cruzarte por la calle’.
Esa respuesta quedó en su corazón. Dios no se escondía. Sólo que estaba delante de nosotros de una forma que no esperábamos que estuviera. Al leer el siguiente párrafo, Rafa veía que aquella comunicación era cierta.
“A medida que te acercas a un hermano te acercas a mí, y a medida que te alejas de él, la distancia entre tú y yo aumenta. La salvación es una empresa de colaboración”.
“No la pueden emprender con éxito aquellos que se desvinculan de la Filiación porque al hacer eso se desvinculan de mí. Dios acudirá a ti sólo en la medida en que se Lo ofrezcas a tus hermanos”.
“Aprende primero de ellos, y estarás listo para oír a Dios. Esto se debe a que el Amor sólo tiene una función”.
Rafa volvía a guardarse en su corazón ese pensamiento. No podía compartirlo con muchas personas. Ver en los demás a Dios era un pensamiento blasfemo. Nadie podía representar a Dios. Sin embargo, cada hermano tenía ese hálito divino en su corazón.
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