sábado, marzo 26

TODO PODER Y GLORIA SON TUYOS

“Las ofrendas que le haces al ego siempre se experimentan como sacrificios, pero las que le haces al Reino son ofrendas que te haces a ti mismo”.

“Dios siempre las estimará porque les pertenecen a Sus Hij@s amad@s, y Sus Hij@s le pertenecen a Él”. 

“Todo poder y gloria son tuyos porque el Reino es tuyo”. 

Aquí se dirime el problema de la seguridad. El ego siempre busca la planificación, el seguimiento, el control y la consecución de la finalidad que ha diseñado según sus conocimientos. 

Cualquier detalle que se aparte de este proceso de planificación y control hace sufrir al ego, hace sufrir a la persona, hace sufrir a la mente basada en el ego. No poder controlar los eventos descontrola al ego y al pensamiento basado en el ego. 

El ego entiende que debe hacer sacrificios para poder ejercer el control sobre los acontecimientos. Sacrificios que, en ocasiones, tienen un alto coste. Al final del proceso se descubre que ha habido un fuerte desgaste del ego, y de las fuerzas anímicas de la persona controladora. 

La seguridad basada en la confianza no produce debilidad ni agotamiento. Son regalos que nos hacemos a nosotr@s mism@s. Descansamos, en las manos del Reino, la responsabilidad del proceso y nos quitamos un enorme peso de encima. 

 Muchas veces se considera la presión y el control del ego como poco inteligente. El ego no tiene siempre consciencia de todas las variables que intervienen en el proceso de un asunto. ¿Por qué, entonces, quiere llevar el control de los acontecimientos? Es como querer resolver un problema de matemáticas sin tener el valor de todas las variables. 

En ese caso no dudaríamos en expresar que es imposible resolverlo ni llegar a ninguna conclusión. Faltan datos. Dejaríamos el problema matemático con toda claridad y con toda tranquilidad. Su resolución es imposible. 

Ese problema no le ocurre al Reino. Tiene todos los datos, todas las variables, todo el proceso y todas las nuevas variables que puedan incidir en la resolución. Así, con tanta ventaja y con tanta claridad, expresamos con plena inteligencia y con plena comprensión: “todo poder y gloria son del Reino”. 

Pero el universo va un paso más allá y nos afirma: “todo poder y gloria son tuyos porque el Reino es Suyo”. 

Así el problema de la seguridad está totalmente resuelto. El Reino con todas las variables ejerce el poder que es nuestro por nuestra confianza en el Creador, 

La conclusión es evidente. El Reino lo abarca todo. El ego solamente una parte. El control es innecesario por parte nuestra. La confianza es suprema en nuestra vida y así el Reino siempre llega a la más bendecida solución en cada situación. Lo único que tiene sentido en nuestra vida es el pensamiento del Reino.

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