lunes, febrero 6

LA POTENCIALIDAD Y ENERGÍA DEL PRESENTE

José quería cambiar su actitud ante los inconvenientes de la vida. Tenía cierta tendencia obsesiva a repetir las circunstancias que se habían hecho mal para tener esa adversidad. En lugar de centrarse en la solución del revés que tenía, repetía y repetía todas las acciones equivocadas que se habían hecho con anterioridad. 

No se daba cuenta de que lo realizado en el pasado no lo podía cambiar. No reparaba que las consecuencias en el futuro dependían de su solución en el presente. Caía en una cierta repetición tipo noria que no le hacía salir del escollo. Lo único que había que hacer era solucionar ese incidente y nada más. 

Por fin, se le abría la mente y veía, con mayor claridad, que no debía caer en ese error. Todas sus facultades debían focalizarse en la solución. Cuando oía que se debía vivir en el presente no lo relacionaba con la solución de incidencias en el presente. Un rayo de luz se dejaba entrar en sus intersticios. Se iba haciendo claridad. Un horizonte nuevo aparecía. 

La vida tenía lugar en el presente. La vida no tenía lugar en el pasado ni el futuro. Se podían cambiar las incidencias en el presente. No se podían cambiar en otro tiempo. La vida se hacía en el presente. La vida se manifestaba en el presente. El presente decidía y alumbraba el futuro con nuestras decisiones. 

Fue haciendo un recuento de experiencias donde el pasado decidía en lugar del presente. Había pasado una larga época donde no había estudiado inglés. Su nivel de inglés no era alto. Se encogía ante sus compañeros ante ese nivel que se le exigía en esos momentos. Tenía una oportunidad maravillosa de poder estudiar inglés con una ayuda personal. 

Como el pasado le decía que no era bueno en inglés, dejaba que esa idea le dominara. Impedía, en el presente, no seguir con ese estudio con la fuerza que requería. El pasado jugaba sus malas influencias y no permitía al presente ofrecer sus oportunidades, sus maravillas y sus nuevas posibilidades. Sin darse cuenta, le daba un peso al pasado determinante ante su decisión del presente. 

No se daba cuenta de la influencia de sus decisiones negativas de cara al futuro. Recordaba una experiencia de uno de sus amigos. Lo había repetido en varias ocasiones. Decía que estaba contento con el trabajo que había obtenido. Estaba satisfecho con su titulación universitaria. Pero, añadía que ese trabajo estupendo lo había logrado por su formación de inglés. 

José pensaba esas experiencias en su interior. Iba viendo que el pasado podía ser cambiado. Sólo se podía cambiar desde el presente. Lamentarse de lo que no se había hecho en el pasado no cambiaba nada. Decidir en el presente lo cambiaba todo. Y quería abrirse a todo. No debía poner límites a la vida con sus ideas, con sus decisiones. 

La vida estaba totalmente dispuesta a dar oportunidades a todos. Nadie quedaba fuera. José también entendía que la vida era respetuosa. No forzaba a nadie a tomar caminos que ellos no quisieran. Eso dejaba en las manos de cada uno de nosotros, nuestras propias decisiones. José veía claro que su futuro nacía de su presente y debía abrirse a todas las posibilidades que las circunstancias le ofrecían. 

Una nueva paz y una nueva visión en su interior entraban. Unas nuevas energías en su mente y en su pecho se manifestaban. El presente, con toda su fuerza de decisión y de cambio real, era la verdadera oportunidad de su vida. Se había acabado el pasado. Se había acabado el futuro. El presente lo cambiaba todo y abría todas las puertas del futuro.

2 comentarios:

  1. No cabe duda que las bases para un futuro prometedor lo formamos ahora, el presente. El pasado, sirve de espejo para no cometer los mismos errores y hacernos más fuertes. Muy de acuerdo con tu reflexión del día de hoy. Felicitaciones. Un fuerte abrazo...

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    1. Caminamos unidos en nuestro presente. Estamos de acuerdo en nuestro presente: nuestro momento mágico de la vida. Un fuerte abrazo.

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