sábado, abril 23

APRENDER EN LA ACCIÓN

Hay frases que suenan bien. Nos abren la atención. Nos hacen pensar. Las apreciamos. En ocasiones, nos atrevemos a compartirlas con otr@s. Sin embargo, no alcanzamos su profunda comprensión hasta que no las hacemos y la experimentamos.

APRENDEMOS CUANDO HACEMOS

Una frase que no podemos discutir ni quitarle su verdad. Recuerdo los momentos de escribir a máquina. Leí el libro. Repasé cada parte de la máquina. Memoricé todos los movimientos. 

Pero, la práctica diaria me hacía comprender mucho mejor la teoría. La posición de los dedos, la fuerza con que presionaba la tecla, la función de la cinta que pasaba y la letra que quedaba impresa en el papel. 

Aprendí la armonía del ritmo. La regularidad de la pulsación. Me encontré con dos letras que se cruzaban en su golpe sobre la cinta. Dificultades que me fueron orientando. La práctica me fue dando lo que la teoría sólo me orientaba. 

CUANDO AYUDAS A LOS DEMÁS, TE AYUDAS A TI MISM@

Es una frase hermosa, pero si no tenemos una comprensión del funcionamiento de nuestro interior nos cuesta aceptar. Alguien podría decir: “Yo no necesito ayudar a los demás para ayudarme a mí”. Otros podrían añadir: “Yo soy yo y el otro es el otro. Cada un@ recorre su camino”. 

Una discusión que teóricamente tiene su contenido. Pero, vamos a cambiar la frase para poder captar mejor el sentido. 

CUANDO AMO A LOS DEMÁS, ME AMO A MÍ MISM@

Esta frase nos abre mejor la comprensión. Cuando nos enamoramos, nos olvidamos de nosotr@s mism@s y focalizamos en la otra persona nuestra atención. Deseamos hacerla feliz. Deseamos sorprenderla con nuestras ideas, con nuestros regalos, con palabras escogidas. Nos encanta ver la sonrisa en su cara. 

Ese deseo interno de hacer feliz a la otra persona nos está haciendo felices internamente. Y en ese aprendizaje aprendemos de lo que hacemos. Lo que hacemos sale de nuestro interior. Al hacer, conocemos nuestro interior. Esa es la función del hacer: conocer nuestro interior. 

Sin la otra persona no podemos conocer nuestro interior. Es una necesidad de cada persona. Ahora podemos comprender un poco mejor la primera frase:

CUANDO AYUDAS A LOS DEMÁS , TE AYUDAS A TI MISM@

La frase sigue sonando bien. Sigue invitándonos a algo hermoso. Ahora que la comprendemos, se añade algo mucho más incisivo. Comprendemos por qué se dice. Aceptamos que es un medio de aprendizaje. Vemos que es un medio de saber lo que anida en nuestro interior. Y al hacerlo, practicarlo, lo experimentamos y lo gozamos. 

Una realidad preciosa que se abre ante nosotros como una flor en su belleza, como un río claro y cristalino en su correr por su cauce con el tiempo labrado, como una luz que ilumina nuestra vida y la pone en su verdadera posición. Así nos entendemos mucho más y nos descubrimos mucho mejor. 

EL/LA OTR@ ES NUESTRO MEDIO DE CONOCIMIENTO INTERIOR

Un tesoro de comprensión y de práctica que nos llena de sabiduría y de una hermosa verdad que nos hace vibrar con profunda ilusión.

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