sábado, abril 9

EL ARMA DE NUESTRA DECISIÓN

Siempre nos sorprendemos de las cualidades que tenemos dentro de nosotros y de las múltiples posibilidades de las que disponemos. Un tesoro que siempre nos deja boquiabiertos. 

Siempre recuerdo, en mi etapa juvenil, el anhelo que había en mi corazón para llegar a la universidad. Mi familia no podía costearme los estudios. Los ingresos de mi trabajo eran necesarios en mi casa. 

Un otoño vendí por las casas calendarios como elemento de apoyo a una organización juvenil. En la página correspondiente al mes de setiembre, se veía la foto de un muchacho procedente de las clases humildes subiendo los escalones de una universidad. 

Era un logro espectacular. Me sentí reflejado. Seguía cursando mis estudios nocturnos después del trabajo. Nunca me esperaba que ese sueño pudiera lograrlo una vez casado. Mi esposa y yo decidimos emprender la aventura universitaria. 

Ella trabajaría para sostener el hogar con el fin de que pudiera terminar mis estudios. Después yo haría lo propio para que estudiara ella. Todo un plan de sacrificios pero un plan lleno de ilusión, de decisión y de desafíos. 

Y, con el tiempo, llegamos los dos a terminar nuestros estudios universitarios. Una decisión que tomamos los dos después de ver una película donde se ponía de manifiesto el poder de la voluntad para desarrollarse y conseguir los objetivos. 

Al salir del cine, hablamos, conversamos, nos propusimos el reto. Los dos, de mutuo acuerdo, lo decidimos siendo novios. Una decisión que ha transformado nuestras vidas y que no dejó de romper moldes, de vencer obstáculos, de superar dificultades pero, siempre nos encontró unidos, centrados y con el futuro en nuestras manos. 

Escuchando a Mario Alonso Puig en el vídeo siguiente, nos sentimos totalmente reflejados en este sueño que mi esposa y yo hemos llevado a cabo.

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