Es hermoso descubrir, conocer esa sensación que aparece dentro de nosotr@s y nos acompaña a lo largo de nuestra vida. Es cierto que se habla de una dosis pequeña de miedo. Unas gotitas nada más.
Cuando aparece en una dosis mayor se trata de otra cosa. Tiene, entonces, otro tratamiento. Pero, en pequeñas dosis tiene su efecto de tranquilizarnos, de darnos sensatez y de hacer otro tipo de consideraciones.
Dejarnos ir de la mano del Dr. Mario Alonso Puig en este terreno nos da confianza, sosiego, claridad y seguridad. Su lenguaje es sencillo. Tod@s lo entendemos. Su planteamiento es claro. Tod@s lo captamos. No nos genera dudas. Sabe orientarnos.
Las sólidas bases de la ciencia nos dan raíces sobre la experimentación llevada a cabo. No es sólo una teoría. Es una afirmación confirmada. Podemos estar tranquilos con su exposición. Su línea, magistralmente trazada, va poniendo los cimientos de un convencimiento pleno y cristalino.
Se pone siempre en el lugar del oyente. No se centra en él mismo. Piensa en el público que le está escuchando. Nos transmite un aprecio humano profundo. Nos comparte una simpatía poco común. Parece que se comprende y nos comprende. Un hilo de comunicación sincera se abre entre él y nosotr@s.
Nos eleva. Nos centra. Nos hace entrar en nuestro interior. Asentimos con la cabeza la verdad que sentimos cada día y nos hace ser protagonistas de las ideas compartidas. Perdemos la idea de escuchar y vivimos las ideas con naturalidad.
Nos anima a creer en nosotr@s mism@s. Nos abre los ojos para elegir mejor. Nos define los mecanismos que se desarrollan en nuestros pensamientos. Nunca nos deja sol@s. Siempre tiene el respeto que cada humano necesita para no tener temor de abrirse internamente.
Parte siempre de la premisa de que lo importante es que despertemos. Nos descubramos. Nos hace conscientes del proceso. Saca nuestra belleza interior. Cree en los tesoros infinitos del ser humano. Es la voz tranquila que entra por nuestros poros y se hace cuerpo en nosotr@s.
Es una maravilla poder gozar de una persona amable, de un científico admirable, de un humanista cariñoso, de un amigo cercano, de un investigador indomable.
Al terminar nos deja con la idea de una grandeza interior que late, vive, se expresa y se siente en todo nuestro ser. Creemos mucho más en nosotr@s mism@s. El mundo parece que ha cambiado. La ilusión de nuestro corazón se ha ensanchado. Y tod@s junt@s nos abrazamos en un sentido de unión y comprensión.
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