Una mujer mayor experimentaba una fuerte depresión que la tenía encerrada en su casa imposibilitada para pedir ayuda.
Su familia estaba muy preocupada y hablaron con un psiquiatra para que fuera a visitarla a casa. No confiaban en la terapia ya que la mujer era reacia a aceptar la situación que estaba atravesando.
Cuando el doctor acudió a su casa para entrevistarse con ella, se dio cuenta que cultivaba Violetas Africanas: una rara especie difícil de mantenerse en Madrid. El terapeuta centró la conversación sobre estas flores aludiendo a la habilidad que se necesitaba para cultivarlas. Hablaron del placer de contemplar flores tan exóticas de unos colores tan extraordinarios.
El psiquiatra sugirió a la mujer que estuviera atenta a las personas de su vecindario. Podría dedicarse a regalar una violeta cuando considerara que esto podía agradar de algún modo a sus vecinos.
El médico no habló en ningún momento acerca de cómo se encontraba ella, sino que se fijó en una capacidad que la mujer tenía y que aparentemente no intervenía en la cura de su depresión.
La mujer mejoró cultivando las Violetas Africanas.
Cuando una persona siente una crisis emocional, en realidad experimenta dos: la provocada por el problema específico que le aqueja y la sensación de que sus recursos y el resto de sus capacidades le abandonan. Es como si no recordase que, además del conflicto que le preocupa, posee otras áreas de competencia.
Una de las maniobras que se realizan al principio de un proceso psicoterapéutico consiste en conectar al sujeto con su lado más fuerte. Lado que, en tiempos de crisis, suele ser olvidado. Esto mismo lo puede lograr un relato. La transferencia de recursos de un área que la persona siente como competente, al área que siente como conflictiva, suele dar buen resultado para que la persona recuerde sus capacidades.
Es esencial confiar plenamente en la persona. Cada uno dispone de los recursos necesarios para resolver sus problemas. Cosa distinta es la sensación que tiene de no encontrar momentáneamente las soluciones o la de sentirse desconectado de sus propias capacidades. Escuchar el relato adecuado puede hacerle conectar.
Es hermoso descubrir las capacidades internas que poseemos. Con la confianza en la persona se pueden restaurar todas las capacidades interiores. Ellas conducirán a la persona a su personal solución.
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