EXPLOSIÓN, JÚBILO, EXPRESIÓN

José Manuel estaba contento, feliz, dichoso, entusiasmado. Sentía un alivio muy grande en su corazón. Aquellas palabras le llenaban de una ilusión muy firme: “No hay razón alguna para que tú, que siempre has amado a tu Padre, tengas miedo de mirar en tu interior y ver tu santidad”.

“Tú no puedes ser como has creído ser”. 

“En la visión de Cristo, el Espíritu Santo te mostrará la perfecta pureza que se encuentra por siempre dentro del Hijo de Dios”. 

José Manuel, en sus momentos felices, deliciosos, se puso a escribir lo que de su corazón brotaba dichoso. Quería plasmar su alegría. Un toque que salía de su alma. Una expresión que irradiaba su mirada y lo condensó todo en las siguientes palabras:

Deseos de vida, deseos de amor

Palabras oídas más no  vividas

Palabras que daban esperanzas

A los ritmos ocultos del corazón.

La luz de la verdad de la vida

Deslumbró los ojos y los horizontes

Nuevos paisajes surgieron

Nuevos ropajes vistieron las ilusiones.

Profundidad de ojos

Profundidad de corazón

Profundidad de alegría

Brilló contenta en derredor.

Y se hicieron nuevas todas las cosas

Se hizo nuevo el respirar

Se hizo nueva la mirada

Se hizo nuevo el caminar.

       Alegría encendida        

Pasos descubiertos

Hermosura derramada

Ternura compartida.

Así caminamos como locos

Dos románticos de la vida

Descubriendo cada día

La plenitud del amor. 

José Manuel vibraba. Veía delante de sí toda una enorme posibilidad de amor, de comprensión, de cariño. Una ilusión que lo catapultaba en castillos de fuegos artificiales. Veía que todo se abría. Un cambio en su vida se auguraba. Ya no tendría esos miedos. Ya no sentiría esos temores. Ya no tendría esas prevenciones siempre pensando lo peor.

Sabía que en sus adentros. Sabía que en sus ideas. La seguridad que le daba su Padre le cambiaba todo su horizonte y todas sus conclusiones. Ahora se expandía un nuevo pensamiento lleno de luz, de color, de alegría, de hermosas visiones. Unos valores nuevos nacían.  

Unas palabras ciertas y sencillas le habían cambiado su enfoque. El entorno negro y temeroso, por una claridad brillante. Un ser nuevo nacía a la luz.