jueves, mayo 4

TRANSFORMACIONES IMPENSABLES.

Samuel se quedaba embobado con los trucos que desarrollaban los actores de la magia y de la ilusión. Sus rápidos movimientos impedían que el ojo viera el truco y nos hacían creer cosas que realmente no sucedían. A pesar de todo, el ojo era engañado y nos quedábamos totalmente sorprendidos. Siempre en su interior, pensaba cómo se hacía el truco. 

Era una manera de superar las leyes que no podían ser cambiadas ni transformadas. La ilusión, el engaño, funcionaba. A pesar de todo, nos gustaba ver esas manifestaciones. Samuel se quedaba sorprendido cuando descubría en aquellas líneas un proceso que no había pensado anteriormente. Un mismo deseo servía para desarrollar el bien y para desarrollar lo contrario. 

“La salvación no es más que un recordatorio de que este mundo no es tu hogar. No se te imponen sus leyes ni sus valores son los tuyos. Y nada de lo que crees ver en él se encuentra realmente ahí. Esto se ve y se entiende a medida que cada cual desempeña su papel en la deconstrucción del mundo, tal como desempeñó un papel en su construcción”. 

“Cada cual dispone de los medios para ambas pasibilidades, tal como siempre dispuso de ellos. Dios dispuso que lo especial que Su Hijo eligió para hacerse daño a sí mismo fuese igualmente el medio para su salvación desde el preciso instante en que tomó esa decisión”. 

“Su pecado especial pasó a ser su gracia especial. Su odio especial se convirtió en su amor especial”. 

Samuel se quedaba anonadado. Un cambio que desafiaba las leyes de la naturaleza. Aquí no había truco. Aquí no había engaño. Aquí no había el deseo que fuera así. Era toda una verdad a nuestro alcance. Maravilloso cambio que colmaba todas las aspiraciones universales de nuestra alma. Un cambio poderoso real.

No hay comentarios:

Publicar un comentario